He aquí la entrada prometida. Sé que no es del fin del semana, pero hoy tengo la tarde totalmente libre, así que me he quedado sin escusa para pasarme por aquí.
El homecoming fue la semana pasada la palabra que estaba en todas las bocas, ya sea de niños o de mayores. El baile de bienvenida al colegio, con su respectiva Spirit Week, que francamente fue lo que más me gustó. Ya que el lunes no tuvimos clase, nos quedamos sin un día chorra menos. El martes fue el Twin-Day, y mi hermana y yo nos compramos los jerseys más horrorosos que había en Forever 21. Allí nos fuimos de gemelitas totales . El miércoles fue el Character day, y con mis pelos rizos no se me ocurrió otra cosa que disfrazarme de LMFAO. El jueves fue el día de la tye-dye t-shirt, así que todos íbamos con camisetas horterísimas, pese que aquí la gente se las pone siempre. La mía era azul y ponía en la espalda bien grande: ESPAÑA, con colorines y purpurina, la cual abunda por este país. Y el viernes, el viernes fue el día que más me gustó. No sé si fue porque sólo tuve 20 minutos de clase, porque no tuve entrenamiento por una tarde de natación, porque me saqué un millón de fotos con todo el mundo, o porque es fin de semana , y eso siempre anima, pero el caso es que me lo pasé genial, pasando por los puestos de los distintos clubs y las distintas asignaturas, con los puestos de comida, de pintura, de juegos, de ropa con el nombre del high school... el caso es que me gustó muchísimo. Además del Pep rally, que básicamente consiste en juntarnos el par de miles de personas que estudiamos aquí meternos en la pista de basketball, y a gritar y a animar a nuestros jugadores de football, a aplaudir a las Silverados, a pasártelo bien, y a sentirte como en una película una vez más. También tengo que destacar la noche del sábado, que fue la noche del Homecoming. Sinceramente esperaba que fuera algo más, pero no puedo decir que no me lo pasara bien. Fui sin date (como la mayor parte de la gente en mi instituto) a cenar a un restaurante italiano, con un grupo de gente encantadora. Y después, nos cambiamos, otra vez de vuelta a la ropa cómoda americana, y nos juntamos en casa de uno de los susodichos. Nos reímos bastante la verdad. Aunque más me reí al ver mi pelo liso tan largo. Something crazy, como dirían por aquí, jajajaja. No fuimos al baile del colegio, pero me han dicho que ya tendremos tiempo de ir en invierno, que hay otro. Así que nevermind! Y el sábado también, que no se me olvide, fui a mi primer partido de American football. Me parece increíble el movimiento en masa, el estar un cuarto de hora de atasco para ver un partido de instituto, me hace creer un poco más que aquí lo de pertenecer a algo se vive con orgullo, ya sea tu país, tu estado, tu colegio, o tu equipo. Y aunque de football sigo sin entender, me pareció la cosa más graciosa del mundo. Desde luego, América me sorprende cada día un poco más.
He aquí mis aventuras de la Spirit Week, la verdad, Homecoming decepcionó un poco, pero como siempre, me quedo con lo mejor, que en este caso no es nada menos que las sonrisas del viernes, y una celebración un tanto estúpida, pero que no por menos graciosísima del sábado, de que hace más de un mes que comencé desde cero por estas tierras, un mes que sin duda, me hace sonreír sin a penas dudarlo.
La canción de hoy es una que le tengo prometida a la señorita Marta González Méndez. Espero que te lo estés pasando genial por ese Inglaterra, mi Menda. Y recuérdalo bien: Yo mataré monstruos por ti.
Las fotos creo que puedes hacerte una idea sobre qué son. Un biquiño enorme, Galicia.
Love of Lesbian- Te hiero mucho (la historia del amante guisante)
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