jueves, 23 de febrero de 2012

192: Look at the stars, look how they shine for you.

Me he dado cuenta de que los pequeños secretos compartidos son grandes porciones de ti que te unen a la gente. Y también son quienes te pueden apartar de esas mismas personas. Es ridículo pensar cómo las pequeñas cosas confesadas a tiempo nos salvan de abismos y nos llevan a verdades, que al fin y al cabo, es lo que en el fondo uno siempre desea encontrar, ¿no?

Perdona, creo que te estoy aturdiendo con mis pensamientos esta noche - quizás tu tarde- y que lo que este personaje te está contando ahora no tiene mucho sentido. Supongo que debería contarte acerca de mi fin de semana en Austin. No ha sido de los mejores días de mi vida, la verdad. Pero el cielo azul después de haber llovido sin piedad, paseando por un parque con uno de los lagos más bonitos que he visto y con el skyline de Austin Downtown hizo que lo perdonara todo. Y si eso no lo perdonaba, tengo que pensar en el momento en que estábamos todos jugando al soccer (fútbol para el resto del mundo) y ya no puedo hacer nada más que reírme... jajajajajajajajaja. Hemos descubierto que para mantener el equilibrio tengo que poner poses de bailarina, que todos queremos perros extragrandes para lanzarles el frisbee y que ellos en plena carrera dando un salto lo consigan a la primera. Batidos de pepino con té verde, que ¿a que suenan increíbles? pues nunca los pruebes, el mejor consejo que te puedo dar... jajajajaja No conseguir la leatherman jacket de la University of Texas (UT) ha sido una tarea que me queda pendiente, pero me alegro sabiendo que he conocido a gente espectacular esos días. Además, el martes fui con mi querida holandesa al Mardi Gras , lo que viene a ser una cabalgata con distintas carrozas regalando collares de colores de cuentas a todo el mundo. No es que fuera nada deslumbrante, pero al fin y al cabo pasamos un buen rato, y nunca está de más ver a niños y mayores con una sonrisa a la vez.

Sé que comencé mi entrada con Coldplay, pero traicionaría a mi mente si no te dejo con esta canción que lleva resonando en mi cabeza hace ya unos cuantos días. Si no te has dado cuenta, esta vez he vuelto por aquí antes. Esperemos que ésta no se una excepción.

                                 Walk off the earth (Gotye Cover) - Somebody That I Used to Know

























PS: And yes, finally, I include you in this post. You may be the worst host dad at making jokes in this world, but you are always there when we need you. So, this time you totally deserve it, jefe.

jueves, 16 de febrero de 2012

185: Felicidades, parruliña.

¡Aquí estoy de vuelta! Como bien dice el título, cumpliendo los 17 en América. De esto hace ya una semana, pero sé que llevo cierto tiempo sin escribirte, así que debería de ponerte al día de todo lo que ha pasado por estas tierras.

¿Recuerdas que te dije que iba a empezar con tenis? Pues bien, desde el día que el padre (también llamado jefe) estuvimos un par de horitas en la cancha de tenis del vecindario, no he vuelto a coger la raqueta. Y es que está lloviendo. ¡Lluvia en Texas! Además de que mi querida holandesa se ha puesto enferma. Pero bueno, hopefully el martes empezaremos.

Tampoco te he contado acerca de los musicales. Tanto al que fuimos downtown, llamado "The Toxic Avenger", como el que hubo en el colegio "The Drowsy Chaperone", pocas palabras más que espectacular e increíble. También para increíble fue el fin de semana pasado, en el que Shelby y yo tuvimos un día de hermanas, desde comer en su restaurante favorito o ver una peli a aparcar el coche al lado de un lago aleatorio y hablar y hablar. Desde luego, fue uno de esos días que guardas en la memoria.

Pero si te lo estás preguntando, cumplir años el día después de la superbowl es extraño, jajajaja. Cómo no, el mejor regalo, además de los skypes y felicitaciones de la gente que más quieres aunque sea a distancia, fueron las camisetas de los Ragsdale's y Trushenski's. Aviso clan Fernández: después de bromearlo con algunos primos, ¡tenemos que hacernos esas camisetas! jajajajaja. Cenar en un restaurante de tapas en Downtown donde tu familia y tus vecinos te aplauden después de leer la carta al camarero es gracioso, para  qué engañarnos. Tener palabras de cariño y afecto de gente que pueden que no lleven mucho tiempo en tu vida, pero que hacen que esta experiencia valga realmente la pena.

Voy a despedirme ya. Si hubiera publicado esto ayer, podría haberte puesto la excusa del cumpleaños de Shelby y de la cena en Galveston Island para celebrarlo, y hoy toca preparar las maletas para pasar este puente en Austin, así que te dejo con Amy. Un beso muy grande.

                                 Amy Winehouse - Valerie